lunes, 31 de octubre de 2011

Sociedad medieval

La sociedad medieval estaba organizada en base a un sistema feudal (entrega de bienes a cambio de servicios). La persona con potestad para otorgar tierras era el Rey y los nobles, obispos, etc., a cambio le ofrecían su ayuda con soldados en tiempos de guerra.
Estos nobles, generalmente los más importante, juraban fidelidad al Rey, en un acto llamado homenaje, en el cual el noble se arrodillaba ante el Rey, y a raíz del cual se convertía en vasallo (servidor del Rey). Estos a su vez repartían las tierras entre otros nobles más inferiores o caballeros, que se convertían en vasallos suyos.
En el escalón más bajo se encontraban los campesinos que trabajaban la tierra y estaban vinculados a ella (siervos de la gleba) con pocos derechos, escasa propiedad y ningún vasallo.



Según las leyes medievales, un campesino no era dueño de sí mismo. Todo cuanto poseís, incluida la comida, pertenecía al señor del feudo. Estaban obligados a trabajar para su señor. En Gran Bretaña, a ambio de su trabajo, se les concedía una pequeña parcela de tierra para cultivo propio. Les estaba prohibido marcharse del feudo sin permiso. La única forma que tenía un campesino de conseguir su libertad era ahorrar lo suficiente para poder comprarse un lote de tierras o casarse con una persona libre.
La labranza y la cría del ganado era un trabajo que absorvía toda la jornada. El 90% de la población vivía del campo y trabajaba la tierra. 
En Gran Bretaña existían los manors, que estaban formados por una aldea, la casa señorial o el castillo del señor, una iglesia y las tierras circundantes. El que gobernaba la comunidad era el manor, y éste se encargaba de nombrar a personas que se encargaran de velar porque los aldeanos cumplieran con sus obligaciones. El señor también ejercía de juez y tenía el poder de multar a quienes quebrantaban las leyes establecidas.



la sociedad feudal era eminentemente rural, a partir del siglo XI se produjo un importante desarrollo urbano y de la clase social urbana, la burguesía, gracias, entre otras cosas, a la expansión agraria y al desarrollo del comercio. Progresivamente el modelo fue dirigiéndose hacia una sociedad urbana donde la burguesía fue delimitando su espacio y funciones además de tomar pequeñas parcelas de poder: crearon un sistema político y organizativo muy distinto al practicado en el campo, tomando ellos el mando en las urbes. 
Al llegar a los núcleos urbanos, los burgueses se asentaban fuera de las murallas o burgos, dando lugar al extrarradio, zona que posteriormente será integrado en la ciudad con una nueva muralla que incluya a los nuevos habitantes. Ello dará lugar a trazados irregulares que respondían a los núcleos habitacionales y no al raciocinio urbanístico. 
Ambos modelos, el rural y el urbano -o feudal-, así como su forma de organización social o económica, no fueron incompatibles sino que convivieron durante todo el Medievo. La mayoría de la población continuó viviendo en el campo, siendo la población de las ciudades una minoría y por lo tanto las ventajas que en ella se encontraban -como por ejemplo mayor libertad o mayores ingresos- fueron disfrutadas por una minoría.

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